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1.-  “Un claro ejemplo de juego en el que el placer está en crear orden”, ya que es el mismo usuario quien lo desordena para volver a ordenarlo. Así de sencillo. Vale. Algunos rompecabezas están ya tan vistos que a uno de la da pereza jugarlos de nuevo. Pero una vez que  comenzamos a marear la perdiz con un cubo de Rubik, los minutos pueden pasar casi sin que nos demos cuenta. ¿Por qué diantres son tan enganchantes estos juegos tan sencillos y antiguos? Porque “explotan nuestro deseo de orden”, en palabras de Jason Kapalka, fundador de PopCap Games y creador de títulos del género como Bejeweled y todas sus secuelas.

2.- Una investigación arroja que la solución del CUBO DE RUBIK en gran medida puede aumentar la inteligencia espacial de los jugadores ya que  se trata de comprender la complejidad de organización de su estructura y las transformaciones espaciales que se requieren para lograr el objetivo deseado. También afina la coordinación visual y las habilidades de percepción del jugador.  (http://www.iqtestexperts.com/)


3.- ¿Cómo puede el Cubo de Rubik mejorar el desarrollo cognitivo de su hijo?
 • Estimula el proceso de pensamiento.
 • Desarrolla el enfoque y la atención.
 • Percepción visual.
 • Mejora la lógica y el razonamiento.
 • Mejora  la memoria.
 • Capacidad de pensar, aprender y razonar.
 • Mejora la paciencia.
 • Excelente herramienta de enseñanza.
 • Ayuda a los niños / adolescentes que tienen un gran interés en la informática, ingeniería o campo de la arquitectura.
 • Mejora el rendimiento académico.
 • Fortalece las destrezas motoras finas.
 
Sharon Plummer, MA  - North Philadelphia Parenting Examiner (http://www.examiner.com/)

 4.- De hecho, como el famoso cubo de Rubik, los puzzles son juegos alucinantes en tres dimensiones que inicialmente se basan en  mezclar los colores y  que después de sólo unos pocos giros  resulta casi imposible volver a organizarlos.
 Los estudios realizados en el ámbito de la Psicología Infantil han encontrado que los puzzles son herramientas que mejoran el desarrollo de los niños, y han sugerido una relación entre jugar con rompecabezas y el crecimiento cognitivo. Según Piaget, un psicólogo suizo del siglo 20 y uno de los psicólogos infantiles más influyentes de nuestro tiempo, el crecimiento cognitivo, específicamente el desarrollo conceptual, se logra principalmente por la calidad en el mundo. De acuerdo con esta teoría, se cree que por jugar activamente con los puzzles que se pueden explorar o manipular, un niño será más probable que entender los conceptos y desarrollar sus propias teorías acerca de ellos. No fue hasta que jugué a veces rompecabezas de deslizamiento hasta que empecé a comprender cómo obtener una ficha particular de uno de los extremos de la junta a la otra. Finalmente, tuve la oportunidad de especular con el orden de las piezas que se mueven, así como la manera más rápida en la que resolverlo. (
http://www.conceptispuzzles.com/)


5.- EL NUMERO DE DIOS

El cubo de Rubik ya tiene solución. Un grupo de investigadores ha concluido que el juego puede solucionarse en 20 movimientos sea cual sea la posición en la que se encuentre. A pesar de que el cubo sólo tiene 27 piezas, de las cuales 6 están fijas, el artilugio cuenta con 43,252,003,274,489,856,000 de posiciones posibles. Sin embargo, gracias al empleo de algoritmos y técnicas informáticas el número de movimientos necesarios para resolver el juego se ha ido reduciendo durante las últimas décadas.

Un grupo de investigadores ha descubierto que el cubo de Rubik, como máximo, se puede resolver en 20 movimientos. Es la conclusión principal del trabajo de Morley Davidson, John Dethridge, Herbert Kociemba, y Tomas Rokicki, que había dejado en agosto de 2008 el número máximos de movimientos a resolver en 22. Para llegar al "Número de Dios" se han empleado varios ordenadores donados por Google que han realizado un trabajo equivalente a 35 años en un ordenador convencional.

Con esta investigación se da por resuelto el "Algoritmo de Dios", llamado así ya que sólo un un ser todopoderoso podría resolver el cubo con una mínima cantidad de movimientos desde cada posición.

Para descubrir "el número de Dios" los investigadores dividieron el cubo en 2,217,093,120 de series de 19,508,428,800 posiciones en cada una de ellas. Eliminando configuraciones que resultaban matemáticamente equivalentes se redujeron a 55,882,296 el número de posiciones a resolver.

Los investigadores desarrollaron un sistema informático capaz de resolver cada posición del cubo en 20 segundos que aplicaron a las posiciones restantes. Para llegar a la solución final se contó con la ayuda de varios ordenadores donados por Google, que han realizado un trabajo equivalente al que tendría que hacer durante 35 años un PC de sobremesa convencional.